De burros y sapos
Entre mis últimas y extrañas costumbres está la de ver dibujos animados para niños a eso de las cinco y media de la tarde. No los pongo a propósito, pero enciendo la televisión para atontarme un poco y si están los dejo. Más que nada es para no pensar un rato y descansar a unas sufridas neuronas todo el día pendientes de mil detalles, pequeños detalles, que no me harán más lista ni más persona, pero que en cierto modo aseguran mi supervivencia y la de los míos: lavadoras, lavavajillas, pasar la mopa, comidas, orden, atender lloros y que la criatura esté siempre limpia y, si es posible (y es posible porque es pura alegría) con una sonrisa en su carita.
Pero no puedo descansar ni con los dibujos. Antes ponían unos muy violentos (todo el día dándose de hostias unos con otros) lo que no me gusta para los niños, porque pueden llegar a creer que cuando a laguien se le pega ésta no sufre ni se le hace daño. Y ahora, después de los Lunnis, pone una serie muy ñoña y tontorrona, "El patito feo", que pretende ser ñoña-didáctica. Y yo me la veo -cada vez con ojos más asombrados del mensaje que inconscientemente transmite- y la observo con la atención que puedo si es que otros asuntos no me interrumpen.
Tiene, en su didactismo, los elementos del maniqueísmo más puro: los buenos y los malos. Los buenos son ñoños y tontorrones que nunca se burlan de nadie ni tiene una mala intención y los malos se burlan y acaban recibiendo su castigo por ello. El prota es el patito feo, al que en la granja llaman Feo. Es muy bueno y casi perfecto en su bondad y los malos se burlan de su fealdad.
Lo curioso es que en su maniqueísmo la serie entra en graves contradicciones. En principio dice que está mal burlarse de un feo porque ese feo es bueno y maravilloso etc. pero luego, en un capítulo convertía en feos con cabeza de burro a los malos y decía "la gente se burlará". Y ese era el escarmiento. ¿En qué quedamos? ¿Burlarse o no? Al fin y al cabo, aunque el feo sea muy malo, el que se burla está incurriendo en las mismas faltas que el malo cuando se burló. E incitar a la burla como motivo de risa... ¿Es bueno o malo? ¿Seguimos el juego del maniqueísmo?
Lo siguiente que me llamó la atención es que una serie en la que todos los personajes son animales y pretende que se les respete sigue cayendo en la antigua costumbre de distiunguir entre animales buenos y malos. Por ejemplo, los malos malísimos son dos zorros. ¿Y el zorro es un animal malo? No, es un depredaror, pero ni siquiera es peligroso para el hombre. No hay animales malos. Los hay peligrosos o molestos para el hombre, pero ese concepto moral de maldad y bondad no es aplicable, en modo alguno, a la naturaleza. ¿Por qué entonces tiene que ser el malo cuando ahora, el pobre ni siquiera roba ya gallinas porque está en peligro de extinción?
El burro seguía siendo sinónimo de estúpido e ignorante y el sapo de feo. ¿Así se pretende que haya un mayor respeto por los animales? Además, tanta historia con lo malo que es burlarse e incitaban a burlarse de los burros y los sapos. Clasismo animal. Muy guays esta serie políticamente correcta y ñoña hasta más no poder en sus bondades pavisosas. No sé qué puede hacer más daño y más mella en un niño, si el mensaje violento o el mensaje pavisoso maniqueísta (aunque me temo que el maniqueísmo esta en todo porque no podemos dejar de dividir subjetivamente el mundo entre buenos y malos.) de no me burlo pero sí me burlo.
Pienso en los mensajes de los dibujos animados y me dan pavor. Son terroríficos en su pavisosez. La violencia puede producir rechazo y la quitas, pero estos dibujos los dejas porque son tranquilos y en un principio no parece que su mensaje sea tan sutilmente violento. Y sin embargo en ellos siguen existiendo esos prejuicios que creíamos estaban ya un poco lejos de nuestras vidas. Zorro malo, burro tonto y sapo feo. Y no te burles del pavisoso del prota (que es, ohhh, muy bueno), pero sí del sapo. Además, sapo y burro los puedes usar como insultos, pero "cerdo" no, porque es un prota bueno. Sin embargo, irónicamente sí puedes usar "tía cerda" cuando una cerdita rechaza los amores del cerdo prota. Y de eso sí te puedes reír. Oh, jajajaja, qué graciosos y qué buenos somos todos. Un mundo maravilloso, y eso.
Pero no puedo descansar ni con los dibujos. Antes ponían unos muy violentos (todo el día dándose de hostias unos con otros) lo que no me gusta para los niños, porque pueden llegar a creer que cuando a laguien se le pega ésta no sufre ni se le hace daño. Y ahora, después de los Lunnis, pone una serie muy ñoña y tontorrona, "El patito feo", que pretende ser ñoña-didáctica. Y yo me la veo -cada vez con ojos más asombrados del mensaje que inconscientemente transmite- y la observo con la atención que puedo si es que otros asuntos no me interrumpen.
Tiene, en su didactismo, los elementos del maniqueísmo más puro: los buenos y los malos. Los buenos son ñoños y tontorrones que nunca se burlan de nadie ni tiene una mala intención y los malos se burlan y acaban recibiendo su castigo por ello. El prota es el patito feo, al que en la granja llaman Feo. Es muy bueno y casi perfecto en su bondad y los malos se burlan de su fealdad.
Lo curioso es que en su maniqueísmo la serie entra en graves contradicciones. En principio dice que está mal burlarse de un feo porque ese feo es bueno y maravilloso etc. pero luego, en un capítulo convertía en feos con cabeza de burro a los malos y decía "la gente se burlará". Y ese era el escarmiento. ¿En qué quedamos? ¿Burlarse o no? Al fin y al cabo, aunque el feo sea muy malo, el que se burla está incurriendo en las mismas faltas que el malo cuando se burló. E incitar a la burla como motivo de risa... ¿Es bueno o malo? ¿Seguimos el juego del maniqueísmo?
Lo siguiente que me llamó la atención es que una serie en la que todos los personajes son animales y pretende que se les respete sigue cayendo en la antigua costumbre de distiunguir entre animales buenos y malos. Por ejemplo, los malos malísimos son dos zorros. ¿Y el zorro es un animal malo? No, es un depredaror, pero ni siquiera es peligroso para el hombre. No hay animales malos. Los hay peligrosos o molestos para el hombre, pero ese concepto moral de maldad y bondad no es aplicable, en modo alguno, a la naturaleza. ¿Por qué entonces tiene que ser el malo cuando ahora, el pobre ni siquiera roba ya gallinas porque está en peligro de extinción?
El burro seguía siendo sinónimo de estúpido e ignorante y el sapo de feo. ¿Así se pretende que haya un mayor respeto por los animales? Además, tanta historia con lo malo que es burlarse e incitaban a burlarse de los burros y los sapos. Clasismo animal. Muy guays esta serie políticamente correcta y ñoña hasta más no poder en sus bondades pavisosas. No sé qué puede hacer más daño y más mella en un niño, si el mensaje violento o el mensaje pavisoso maniqueísta (aunque me temo que el maniqueísmo esta en todo porque no podemos dejar de dividir subjetivamente el mundo entre buenos y malos.) de no me burlo pero sí me burlo.
Pienso en los mensajes de los dibujos animados y me dan pavor. Son terroríficos en su pavisosez. La violencia puede producir rechazo y la quitas, pero estos dibujos los dejas porque son tranquilos y en un principio no parece que su mensaje sea tan sutilmente violento. Y sin embargo en ellos siguen existiendo esos prejuicios que creíamos estaban ya un poco lejos de nuestras vidas. Zorro malo, burro tonto y sapo feo. Y no te burles del pavisoso del prota (que es, ohhh, muy bueno), pero sí del sapo. Además, sapo y burro los puedes usar como insultos, pero "cerdo" no, porque es un prota bueno. Sin embargo, irónicamente sí puedes usar "tía cerda" cuando una cerdita rechaza los amores del cerdo prota. Y de eso sí te puedes reír. Oh, jajajaja, qué graciosos y qué buenos somos todos. Un mundo maravilloso, y eso.
posted by Bielka at 4:20 AM
6 Comments:
Prueba con El gato Doraemon. A mí me tiene fascinado ver lo inútil que es el niño protagonista, y los inventos tan supercalifrásticos que saca el gato del bolsillo.
A mi hija y a mí nos gustan los Simpson desde hace años. Ella nació el mismo año que estrenaron la serie y puede decirse que se ha criado con ella.
No sé si podrás verlos, molan un montón.
Es cierto que existe esa ñoñez venenosa de que hablas en muchas historias actuales para niños. Es el mismo estúpido veneno que destilan los cuerpos imposibles y las sonrisas plastificadas de las Barbies. Y el mismo mensaje: hay que ser...así. Como se supone que hay que ser ahora: políticamente correcto, físicamente perfecto, estilosamente hipócrita.
Es curioso lo que en cada época se considera adecuado para los ojos y los oídos de los pequeños. Recuerdo haber hojeado en baúles de mis abuelos los famosos Cuentos de Calleja y algunos eran bastante bestias, la verdad.
No sé, supongo que habrá un término medio.
Sobre los depredadores de los cuentos: lobos, zorros, etc. cumplen una función importante, la de enseñar eso: que existen depredadores en el mundo real y que son tramposos, mentirosos y voraces. Creo que los niños tienen que saber eso, como tienen que saber que hay amigos que ayudan en los malos momentos, que los peligros se pueden sortear con astucia y paciencia, que sí se pueden dejar caminos de piedrecitas para volver a casa si te has perdido; que hay esperanza, vamos.
Todo lo cual se aprende muy bien en los cuentos. Pero eso es otra cosa, claro, no son los dibujos animados esos de los que hablas, que parecen más bien residuos tóxicos.
Por cierto, me has recordado un foro que pusiste en maru, hace unos tres mil años, sobre las modificaciones en los personajes de cuentos tradicionales para hacerlos más light. Un agradable recuerdo.
El gato Doremon no la he visto. He visto algunos capítulos de "Las tres gemelas", "Las super nanas (en franchute)" y otras que ahora no recuerdo el nombre. Los Simpsons también los he visto y me gustaban, claro.
Sinfo, a mí me gustaban mucho los cuentos de Calleja. "Las Aventuras de Tipitón" ha sido siempre uno de mis libros favoritos, lástima que no lo encuentre por ninguna parte.
Creo que, como dices, sí que cumplen una función de saber que hay depredadores y tal, pero también creo que la imágen ñoña de santidad de los protagonistas es muy perniciosa. Es importante que los niños aprendan a mantenerse alejados de los depredadores, o que adquieran armas para luchar contra ellos, pero para ello tienen que tener una actitud más avispada.
Lo que sí creo importante es que en los cuentos que se hacen nuevos se deben evitar toda una serie de prejuicios que se han venido repitiendo de generación y generación y son perniciosos. Por ejemplo, la figura del gordo ingenuo y tontorrón y la del flaco astuto. O la burla como arma de doble filo. O esa obsesión por "la gente se va aburlar". No sé, creo que habría que cambiar algunas cosillas.
Por cierto, Sinfo, no me acuerdo de haber puesto ese foro en Maru ¿lo puse yo?
Mi hija ve South Park. Qué mejor entrenamiento para el mundo que le espera. Jeje. (Es broma)
Ahora los últimos que le gustan son los Fimbles en el canal Playhouse Disney de Imagenio. Son curiosos.
Doraemon le flipa mucho, sobre todo la canción y cómo no, los Lunnis y la tropa de Luneros. Con las tres mellizas también se lo pasaba bien.
Pero va por épocas. Ahora se queda embobada con todos aquellos que hace, ni más ni menos tres meses, pasaba de ellos.
Pero resumo, a ella le gustan los dibujos según la música que lleven. Si tiene mucha, ahí la tendréis enganchada.
En fin, es un mundo. Y la verdad, a mi también me relajan, todo sea dicho.
Sí, creo que lo pusiste tú. Aunque puede que fuera Bambolia, no estoy segura.
Los cuentos son un mundo apasionante. Ya hablé de ella hace mucho, pero no me aguanto las ganas de citar a Clarissa Pinkola Estés y su Mujeres que corren con los lobos.
Precisamente la interpretación que hace del cuento del Patito Feo me encanta.
A mí los Lunnis sí me gustan, Bernar. Tienen sentido del humor, además.
Sinfo, no me acuerdo de haberlo puesto ese foro, pero sí de que ya has hablado del mundo apasionante de los cuentos. Sí, son interesantes. Ayer anduve leyendo un artículo sobre ellos. A ver si luego lo pongo.
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