Friday, September 16, 2005

Dignidades

"Sans aucun doute", programa de la televisión francesa. A veces lo veo y me quedo pegada a la pantalla viendo las desgracias que la gente que acude intenta solucionar. Es un programa que intenta ayudar a las víctimas de estafadores de toda índole, que muchas veces se encuentran con el agua al cuello. También media en problemas vecinales y toda una serie de problemas jurídicos.

El equipo de abogados, ayudado por el poder que confiere la televisión, suele conseguir solucionar gran parte de los problemas expuestos, que mientras más difíciles e intrincados son, consiguen una mayor audiencia. La gente acude desesperada y cuando ven solución al problema se emociona, llora, mira a cámara con esos ojos húmedos que son los huevos de oro de la audiencia, y con voz entrecortada da las gracias al programa, al equipo, al presentador, a la televisión y poco les falta para darle las gracias a las familias de los cámaras, a las mascotas, al carpintero que ha hecho la mesa del plató y al fabricante de las patatas fritas que le han servido antes de entrar.. Y yo siempre pienso: "¿dar las gracias? Sí, claro, pero ellos, ese equipo, también tienen que agradecer que esos pobres vayan al plató a exponer su vida y sus problemas como alimento para el aburrimiento y el morbo de otras gentes".

Pero no sé si tengo razón. Yo pienso así por una cuestión de dignidad o lo que yo entiendo por dignidad, pero me temo que pasados unos límites la dignidad se difumina y, muy probablemente no esté tan claro que es lo más digno, si continuar callado por vergüenza de vivir una situación tan precaria, o hablar, aunque sea en un plató e intentar salir del problema. Así que ya no tengo tan claro lo que es la "dignidad". A mí me la inculcaron en plan hidalgo, un poco quijotesca, un dignidad silenciosa, callada, en la que ni siquiera cabían las lágrimas, una dignidad de soportar estóicamente todo sin que se sepa. Y tiempo después supe que esa "dignidad" silenciosa suele servir, más que nada, para sentirse uno muy digno. Pero hablando en términos prácticos, dicha dignidad silenciosa es nociva, porque hay gente que se muere (literalmente) de hambre y que por una dignidad mal entendida no es capaz de ir a un centro de ayuda. Porque hay gente que sufre maltrato y que por esa concepción de la dignidad siente vergüenza de denunciarlo y sigue soportando unas situaciones realmente indignas.

El concepto de dignidad de libros de caballería queda bien en las novelas, en las que uno puede ser tremendamente "digno" y no pierde nada porque siempre hay una situación que le soluciona la vida (descubre que es heredero de un condado, o un genio de lámpara le da como premio un tesoro, el rey le concede tierras, un título nobiliario y lo casa con una princesa), pero, uff, bajando a la arena, en la vida, la real, la de todos los días, esa dignidad del silencio sólo sirve como estandarte.

Que hablen, que hablen y denuncien aunque no sea digno, aunque sus lágrimas sean puro entretenimiento. Y dirán, diremos, qué poco digno, cómo exponen sus intimidades al escrutinio público. Dirán, diremos. Que digamos lo que digamos seres de aparentes dignidades, es muy posible que hablemos por hablar y que no entendamos el sufrimiento que llama a alguien a ir a un programa así.

8 Comments:

Blogger Amelia said...

Pues a mí me pasa lo que a ti, que me enseñaron ese pudor, esa aversión a mostrarse públicamente como víctima. No sé si esto es bueno o malo, supongo que nos salvaguarda de algún tipo de ridículo, aunque también nos priva del derecho al pataleo.

Lo que sí es cierto es que, cuando una persona se ve estafada o engañada por algún listo, probablemente lo más duro es pensar que no le queda otra que aguantarse y sumirse en el silencio entre la indiferencia general. Esto me parece de lo más amargo y, desde ese punto de vista, sí, creo que esas personas obran muy bien al hacer pública la estafa.

Primero, porque puede que consigan resarcirse; segundo, porque reaccionan y no se quedan calladas ni se aguantan sin más; y tercero, porque todo lo que, en un medio de comunicación público, contribuya a recordar a la gente que un estafador es un delincuente y no un triunfador en los negocios, digno de vivir como un pachá por lo listísmo que es, me parece muy positivo.

Asi que, bien por esa gente, sí.

Fri Sep 16, 09:44:00 AM PDT  
Blogger Bielka said...

Pues sí, Sinfo, esa forma de ver la dignidad favorece, precisamente, a aquellos que causan algún daño. Y ya sigo mañana que ando volada y no tengo ni tiempo para responder.

Buen domingo, Papisa y purpurados. Besos.

Sun Sep 18, 04:41:00 AM PDT  
Anonymous Anonymous said...

Leyéndote he recordado lo mucho que me impresionó un programa de estos que hacen en Antena 3, por la tarde; uno de los de "El diario de Patricia" -verlo mientras planchas te reconcilia con la vida de zapatillas y batín-: no iba del típico "tu novio te ha dicho que te deja porque estás gorda y no quieres adelgazar". Era sobre inmigrantes que estaban en situaciones extremas. Y verlos llorar, ante las cámaras de televisión, a hombres y mujeres que han dejado sus tierras y sus familias porque no tienen para comer, me dejó completamente atontada: primero, porque me dio rabia que de esa desdicha se aprovechase una cadena de televisión para hacer dinero -qué ilusa soy, como si fuera la única- y segundo, porque pensé que lo único que le queda al pobre es la dignidad -esa que tú tan bien explicas- y que tenían que estar verdaderamente jodidos para salir en la televisión mendigando dinero para que sus hijos, en sus países respectivos, pudiesen comer dos comidas diarias, y no sólo una.

Ponerse en el pellejo ajeno, de eso se trata...

Mon Sep 19, 01:06:00 AM PDT  
Anonymous Anonymous said...

Que era yo, Bambolia.

Mon Sep 19, 01:09:00 AM PDT  
Blogger Amelia said...

Ahora que, para historias ajenas tremebundas, os dejo mi puesto de trabajo unos días, muñecas.
Entre las ruinas que cuenta la gente y las sentencias por violencia doméstica, con pelos y señales, que la menda se tiene que leer...
En fin, peor sería haber nacido en la Edad Media. Creo.

Buenos mediosdías por aquí.

Mon Sep 19, 05:48:00 AM PDT  
Blogger Bielka said...

Ya tardes. Buenas tardes.

Sí, Bambolia. Yo creo que es más digno que cuenten lo que les courre y que obtengan así ayuda, y no que se queden callados y se mueran de hambre. La dignidad tradicional pretende que uno se trague sus problemas y que no muestre nunca que ha fallado o que tiene una situación precaria porque los demás van a decir... Y esa dignidad, psicológicamente es una bomba, porque es la que hace que una persona tenga vergüenza por haber sufrido maltrato, o haber sido estafada, o haber sido violada, cuando no son cosas de las que uno deba avergonzarse en modo alguno. Además, ese silencio favorece que el agresor se vaya de rositas.

Joder, Sinfo, pues debe ser duro leer esas cosas, sí. Yo creo que debe salir callo o así, porque si no no aguantas.

Mon Sep 19, 08:44:00 AM PDT  
Blogger Amelia said...

Pues suscribo lo que has dicho, Bielka. Hay que gritar cuando de verdad te duele. Así te harán caso, aunque sea para no tener que oirte.

Sí, algunas de esas cosas son durísimas. Bueno, callo-callo nunca sale del todo; siempre te afectan.
Lo que sí pasa es que, cuando yo las leo, por lo general lo crítico del problema ya ha pasado; y, en fin, parecerá una tontería porque la ayuda a esas personas (subsidios y tal) no parte de mí personalmente,claro, pero yo la transmito , lo cual sí me resulta gratificante. Puedo ser amable, escuchar, puedo animar un poco incluso. Y lo hago. Eso sí me gusta, me da la sensación de ser útil; no mucho que digamos, pero un poco sí.
El hecho de que esas personas en casos límite vayan a inscribirse y a solicitar las ayudas significa también que solicitan empleo y formación, lo cual quiere decir que empiezan a salir a flote.

En fin, el que no llora no mama.

Para ser sincera, yo tendría verdaderos problemas para pedir ayuda en una situación desesperada. Tengo interiorizada esa enseñanza gilipollas del aguante contra viento y marea, pero muy interiorizada.
Bueno, supongo que espabilaría, pero me costaría horrores.

Buenas noches. Menudo rollo he metido, je. Ya me callo.

Mon Sep 19, 12:45:00 PM PDT  
Blogger Bielka said...

Yo también tendría problemas por esa vergüenza tan poco práctica. Un asquito eso de la supuesta dignidad.

En fin, Sinfo, que está bien que tomes un poco de distancia con esos problemas porque sino tú no vives. Lo bueno es, como dices, que esa gente pide ayuda.

Recuerdo a un científico ruso que vino a Madrid a buscarse la vida y no encontraba posibilidades en lo suyo. Bueno, pues acabé de su dignidad hasta las narices. No aceptaba que en España no funcionaba el sistema de protección soviético para la investigación y que tenía que buscarse la vida en la empresa privada. Por su dignidad, (super doctor ingeniero de la hostia) quería hacer lo mismo que hacía en la URSS pero en España no era posible. Y claro, no había manera de que saliera adelante. Era un hombre un tanto especial. Una vez que estuvo en mi casa se fue corriendo sin venir a cuento y la mujer me dijo " es que le da vergüenza ir al baño, así que ahora se irá a cualquier bar en la calle"... Bo, bo, bo, la dignidad de que no supiéramos que el señor científico también meaba como el resto de los mortales. Por Dios, ni que los demás estuviéramos pendientes de escuchar el chorrillo.

Tue Sep 20, 04:38:00 AM PDT  

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