Sunday, July 23, 2006

Mujeres flauta

Me podría quedar horas mirando las imágenes del Nodo. Bueno, ésto creo que nos pasa un poco a todos. Son fascinantes en su lejana cercanía. Hoy, en un reportaje en ARTE sobre el Cordobés y su triunfo utilizado por Franco para entretener a las masas y darles esa la ilusión de que analfabeto y hambriento uno podía llegar a ser millonario por la Gracia del Régimen, había imágenes de Nodo. Caras, gentes peinados, gafas, formas de moverse y hablar. La seducción del corsé y el fingido recato. Los gestos medidos y contenidos. ¿Cómo seducían los hombres y mujeres de la época que iban a una plaza a ver al héroe que saltando la rana de una forma un tanto basta, aunque muy peligrosa, se jugaba la vida y los hacía vibrar?

Las mujeres tenían voz de flauta. Sí hablaban como flautas, conteniendo la voz para hacerla más aguda y ,con esto, posíblemente más dócil y angelical, apta para el matrimonio y la dulce vida en familia de misa los domingos. Es parecido a como hablan muchas inglesas ya de cierta edad, impostando la voz de una forma muy falsa y poco natural para dar un impresión de calidez en el trato, cuando, realmente, su calidez equivale a la de un pollo congelado. Y esa voz de flauta, que tanto debía poner a los hombres de entonces, ya apenas existe. Ahora tampoco se lleva la naturalidad, sino el arrancarle a la voz un tono carrasposo, ronquillo, ligeramente desafinado incluso para acercarse más a la voz "rota" de Silke. Las inglesas también, y de hecho, creo que es una moda importada, quizas de USA, imagino. Arrastran la voz con un deje ronco, así como pasado de todo, desinteresado, que, supuestamente, debe hacer muy interesante y filósofico el decir "quiero un hamburguesa con patatas fritas".

El pulcro peinado enlacado hasta las orejas, los corsés, los cortes de los trajes, tan marcados, con sus lazos de raso. Las mujeres debían dar una imagen de perfección, de pulcritud, de cursi dulzura bondadosa, de armonía para convencer de su capacidad de tener una casa limpia y de ser capaz de criar ocho hijos sin despeinarse una mecha de la tonelada de laca. Porque el que no se moviera un pelo era síntoma de decencia. Todo bien atadito, al igual que la ropa en los cajones, las camisas planchadas y la comida lista en punto, habiendo dado tiempo a rezar el Ángelus.

Gestos, gestos medidos hasta el infinito. Esas piernas que no se abren más de la cuenta, ni un minuto de relax, esa tiesa actitud de sonrerir cuando el hombre dice una gracia y escandalizarse por soberanas tonterías diciendo luego con voz de flauta algo así como que Dios ha querido que las mujeres y los hombres seamos muy distintos. Hasta los tortazos que se ven en el cine, dados por damas indignadas porque el galán les ha dado un beso de tornillo, tienen un no sé qué de flauta. Es como si pegaran con un flauta.

Son gente anónima, que, quizás ya no vivan o, si viven, posíblemente tengan un aspecto muy distinto al de entonces. Incluso es muy probable que, tras años sin corsés, no se muevan de la misma forma y no tengan ya voz de flauta. E incluso puede que los kilos de laca hayan desaparecido sin dejar rastro o que las pelucas las hayan donado a un convento de monjas Ye-ye.

Todo ese mundo que yo contemplo desde la distancia y que nunca he vivido, se me antoja invivible y, sin embargo, yo también lo hubiera vivido así. Porque no había otra. La presión social era tan fuerte que pocas personas podían rebelarse y no ser mujeres flauta. Sólo hay una cosa que creo, era mas adecuada a la realidad de la mujer: podía tener unos kilos de más y ser considerada guapa y apetecible. Ahora, con la época de las mujeres chupa-chups (tipo Victoria Beckham, que está tan flaca que se le ve la cabeza muy grande en comparación con el cuerpo), cualquier de estas muejeres del Nodo, mostrando sus recatados brazos regordetes y sin un sólo músculo que indicara gimnasio o esfuerzo físico (los esfuerzos de este tipo los hacían las chachas, no las señoritas de buena familia), sería presionada para que se pusiera a dieta inmediatamente. Paradójico: en lo únic en lo que eran libres las mujeres flauta era en el comer: podían comer todo lo que la economía permitiera.

Wednesday, July 12, 2006

Profecías

Como ya apunté en el blog de nuestro héroe nudista , las profecías de Nostradamus nos afectan a todos y es importante saber qué futuro nos reserva el destino.

A Alsen Bert el destino le reserva la gloria de los héroes y ser coronado de laureles cuando, en un acto desinteresado y de absoluta solidaridad y entrega con el género humano, pose cual Apolo desnudo en valiente postura varonil y publique dicho testimonio gráfico en su bitácora, consiguiendo así la paz y armonía entre los pueblos al propiciar el matrimonio gay entre Rajoy y Zapatero oficiado por Ratzinguer. Será declarado héroe nacional, coronado de laureles, y en Jaén se le hará una estatuta vistiendo de torero, en postura varonil, de arrojo y valentía, pero con la taleguilla al descubierto mostrando la Santísima Trinidad, cualidades espirituales que adornan a nuestro héroe.

A Aber el destino le reserva la gloria de los héroes mamarios, santo varón. Un día irá a una playa a bañarse desnudo y descubrirá que esta llena de bellas muchachas en top-less que se le acercan con ánimo libidinoso y lo rodean. Las manos de nuestro héroe pugnan por lanzarse de pleno entre tan suculentas esferas y palpar y palpar, pero su mente le dice que no, que no es el momento de palpar porque aún no son las cinco de la tarde, hora del té y la distensión, y que, fiel a su costumbre, debe leer un libro. Y rodeado de tentaciones resistirá hasta las cinco de la tarde leyendo el Quijote, desnudo y sin inmutarse, hora en la que se irá a tomar el té, no sin despedirse amablemente de las ninfas y emplazándolas a que se presenten a las nueve en punto en su hotel, hora en la que él se dedica a esos menesteres con orden y meticulosidad. Su gratificante ejemplo será seguido por las generaciones futuras, que verán en él una forma de compaginar el té con la literatura y la silicona por lo que será coronado de laureles y declarado héroe nacional.

A Soil Takada el destino le reserva la gloria de los héroes recatados. No se volverá a desnudar en público nunca más después de que Alsen lo haga. La humanidad está en peligro si Soil Takada se desnuda porque hordas y hordas de mujeres y gays irían a sobarle los abdominales con indisimulada lascivia, por lo que se atascarían las carreteras, arrasarían con las ciudades en actos vandálicos, destruirían los patrimonios culturales y se matarían entre ellos por conseguir rozar la piel de nuestro héroe recatado. Por lo tanto, Nostradamus dice que, con el fin de preservar la paz entre los pueblos y salvar a la humanidad de catástrofes provocadas por la lascivia y la lujuria, Soil Takada no saldrá a la calle, bajo ningún concepto, sin un aparatoso jersey de cuello alto y unos pantalones de lona para cubrirse. Su gesto de mostrar nunca más sus abdominales y sus tríceps será recompensado al ser coronado de laureles y declarado héroe nacional y salvador de la patria.

Sunday, July 09, 2006

K.O.

Ha sido un día agradable. Vino mi hermana, desde Holanda, y estuvimos comiendo juntas. Todo bien. Me sentí cómoda con ella como hacía tiempo que no me sentía. Relajada. Daba la impresión de que hubiéramos perdido nuestros roles de mayor y menor. Me sentía bien, sin ser un bebé. El bebé era mi hija, la protagonista, nadie más.

Y ahora... No ha llamado para confirmar su llegada a casa. Los móviles están desconectados. El teléfono de su casa no lo coge. No responde al e-mail. Quizás sea pronto para preocuparme y yo sea una exagerada (es muy probable), pero me hace sentir frágil esta ausencia, esta imposibilidad se oir su voz o leer dos palabras en las que diga que está bien.

Y ojalá sólo sea esto una de mis neuras y mañana todo esté en orden, como siempre, y pueda oir su voz riente y alguna broma.

Sólo era para desahogarme un poco. Éstas cosas las llevo muy mal siempre. Ahora estoy cansada y necesito hablarlo un poco, quizás como medio para tranquilizarme, para quitarme esta sensación de agobio. Sólo un uso más de esta bitácora, un uso inhabitual y desagradable. Me hacía falta plasmar un poco en palabras lo que me ocurre en estos momentos. Eso es todo.

Buenas noches

Sunday, July 02, 2006

El deseo de ser piel roja

Camino a la playa, en el super, en los jardines, en cualquier rincón sin sombra, al sol flamante de la siesta, acechan los pieles rojas, con sus torsos desnudos o cubiertos, si acaso, con minúsculos ropajes en el caso de ellas. Algunos, los más valientes y osados, exhiben ya unas burbujas doradas en la espalda, cicatrices de la dura batalla que libran contra la reprimida piel blanca, conservadora y desfasada. Son quemaduras de tercer grado, ampollas dolorosas graves símbolo de su sacrificios solares al exponerse al sol durante largas horas, con arrojo y actitud heróica, posiblemente, incluso embriagados por el alcohol, en un ritual de borrachera, sol y dormir la mona que tiene sus origenes atávicos en actitudes espirituales y transcendentes ante la vida. Los que no lucen sus doradas ampollas, que duelen, como debe ser y como se precia en todo héroe, exhiben sus espaldas purpuradas en distintas tonalidades que indican claramente en qué categoría de piel roja se está: si uno es jefe de clan, héroe, o simple pueblo llano. Los blancos... Ay los blancos son el enemigo, y nadie desea identificarse con ellos por lo que se esfuerzan en convertirse a la heróica causa de los pieles rojas.

En el restaurante coincidimos con una pareja de negros que viene también de Bruselas. Nos son pieles rojas, claro, y dudo que tengan que usar crema tan siquiera. Nos dicen que se van ese mismo día por la noche. Me río hacia dentro y luego, discretamente, le digo a mi chico "Claro que se van, esos ya se han puesto negros". Y es curioso que la negritud, que en los pieles rojas es símbolo de haber alcanzado la más alta categoría, en los que no son pieles rojas sea motivo de discriminación aún en estos tiempos tan correctos en los que vivimos. Y también que ser blanco y continuar blanco sin pasar por el grill es considerado como de menor heroísmo o categoría.

A mí me hubiera gustado poder broncearme un poco (que no ha podido ser debido a acontecimientos varios) porque queda bien y me veo más guapa, pero no puedo comprender ese afán por tumbarse horas y horas al sol sin hacer nada más que notar como te fríes al igual que las salchichas que se toman a la parrilla en el desayuno pantagruélico. Aguanto una hora a lo sumo (y muy incómoda porque se pasa mucho calor), y después tengo que ir a otro sitio, a mirar, a ver a observar, a abrir bien los ojos para que no se me escape un detalle, o, en mi situación actual, a vigilar a mi trastito. Debe haber algún secreto en ese deseo de ser piel roja que yo, aún, en mi prosaica forma de ver la vida, tan lejos de trascendencias varias, no acierto a entender.

Debe haber algo mágico que se me escapa en ese ritual de pieles quemadas hasta los límites, sí, porque me sorprenden sus sonrisas cuando el dolor debe ser más que evidente. ¿Es el aura del héroe? ¿Sienten acaso una iluminación divina? ¿Una revelación mariana? ¿Es una forma de redimir sus culpas y pecados, acaso, o son, quizás ,los condenados al infierno, seres muertos que en lugar de cocerse en un caldero junto a demonios con rabitos puntiagudos se van a la playa y la piscina a sufrir los martirios del fuego abrasador?

Kafka hablaba de otros pieles rojas, creo, menos fritos, pero le he pedido prestado el título porque queda muy intelectual. Kierkegaard. A ése también lo nombro. No viene a cuento, lo sé, pero me mola porque tiene dos as seguidas.